Cuando empezamos a fabricar nuestras propias telas para vestir, utilizábamos estas piedras agujereadas, por donde se pasarían los hilos, y quedan colgadas de un palo en alto. Esto servía para que los hilos estuvieran tensos y les facilitara la unión con otros hilos de forma vertical.
En este caso vemos dos ejemplos de pesas de estilo romano, pero desde finales del Neolítico y ya en la Edad de los Metales se empezaron a usar pesas parecidas pero con piedras horadadas.